El cine en España
A finales del siglo XIX el panorama en España no era muy favorecedor: había perdido todas sus colonias en América y Asia, sus exportaciones eran escasas, su nivel de alfabetismo rondaba el alrededor del 50% y su tasa de natalidad era menor comparada con otros países vecinos. A pesar de lo anterior, el nacimiento del cine en el país fue similar al de otros lugares del continente europeo.
La primera proyección pública del cinematógrafo tuvo lugar en Madrid el 14 de mayo de 1896 a cargo de Alexandre Promio, un joven francés de 25 años enviado de los hermanos Lumiére. La función, con un costo de una peseta, fue todo un éxito. El cine había llegado para quedarse y convertirse en un negocio rentable.
La primera proyección pública del cinematógrafo tuvo lugar en Madrid el 14 de mayo de 1896 a cargo de Alexandre Promio, un joven francés de 25 años enviado de los hermanos Lumiére. La función, con un costo de una peseta, fue todo un éxito. El cine había llegado para quedarse y convertirse en un negocio rentable.
Primera proyección pública del cinematógrafo en Madrid por Alexandre Promio, enviado especial a España de los hermanos Lumière |
Durante la Primera Guerra Mundial España vivió una especie de época de oro, ya que permitió al cine desarrollarse. En estos años 28 productoras realizaron 242 películas, de las cuales 77 fueron documentales.
Coincidiendo con la Segunda República Española, la década de 1930 comienza con una industria fílmica débil debido a la llegada del cine sonoro y de las producciones estadounidenses. Esta época tuvo como géneros predominantes el costumbrismo, los dramas sociales, el folclore, además del uso de escenarios naturales.
En 1936, el golpe de Estado del general Franco desencadena la Guerra Civil y con ello la producción cinematográfica prácticamente desaparece. El cine documental propagandístico y los noticieros se vuelven la principal corriente de exposición, como lo fue el corto documental España 1936 (1937) de Jean Paul Dreyfus.
Para 1939, el conflicto finaliza con la victoria de Franco y el establecimiento de una dictadura. Los artistas tenían dos opciones: Adherirse al gobierno o abandonar el país. Vendrían años donde la censura haría sombra a la producción cinematográfica, al mismo tiempo que se instauró un sistema de protección económica y se incluyó el doblaje obligatorio para las películas extranjeras.
Los años cincuenta comienzan con la apertura de España al resto del mundo, ejemplo de esto fue, en 1953, el nacimiento de la Semana Internacional de Cine, después conocida como el Festival de San Sebastián, uno de los festivales más prestigiosos de España y del mundo. Aunado a lo anterior, a lo largo de la década se verían ejemplos de cineastas españoles evocando al nuevo movimiento del cine europeo, el neorrealismo italiano.
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